El mundo necesita de más verdades

El mundo necesita de más verdades
La cuestión es escoger el lado por el que queremos observar

martes, 30 de marzo de 2010



LA VIDA DE UN “ESCOBITA”

“Todo trabajo es duro, pero desde que uno le tenga amor, no importa…”


Los personajes del común también merecen un espacio.

Wendy Lizeth Casallas Moreno

Alberto Ramírez Zapata es un hombre de 47 años, sencillo y bondadoso, barrendero de “Aseo Capital” residente del sector de Molinos, en la zona cuarta de Bogotá, a quien la escobita le da lo de la comida para sus hijos, quien anónimamente mantiene limpias las calles del Tunal, al igual que miles de barrenderos en todo Bogotá.

Entrevistadora: Comencemos Don Alberto, ¿Cuántos años tiene?
Alberto Ramírez: Tengo (…) cuarenta y (…) siete años
E: ¿En qué parte de Bogotá vive?
A.R: En Molinos, cerca del colegio distrital de Molinos
E: ¿Qué nivel de educación tiene usted?
A.R: Yo llegué únicamente hasta tercero de primaria
E: ¿Don Alberto de qué parte del país viene?
A.R: Yo soy de Cúcuta, Santander
E: Cuénteme, ¿Vive con la esposa, hijos… cuántos hijos?
A.R: Si, vivo con mi esposa, y tengo 15 hijos
E: ¿Y es responsable por todos esos 15 hijos?
A.R: Pues, siempre fui responsable, nunca les faltó el colegio, los libros, lo del diario, ahorita, ya todos son grandes y tienen trabajo, los únicos que me quedan son mis 3 pequeñitos, una niña de 2 años y dos hombres de 5 y 8 años.
E: ¿Sus 15 hijos son todos de la misma señora?
A.R: (Risa) Sinceramente, no, son de 3 mujeres distintas
E: ¿Se encuentra viviendo con alguna de ellas?
A.R: Me quedé con la última, la mamá de los más pequeños
E: ¿Qué opina su familia de su empleo?
A.R: Pues, a ellos no les disgusta mi trabajo, igual creo que el trabajo no es deshonra y que mientras a uno le guste (…) Igual, los más pequeños me conocieron así y la mamá les pide mucho respeto, porque finalmente, es por esto que les llevo de comer, mi mujer si está feliz, ella me dice que mientras que responda por lo de la casa y les dedique tiempo, no hay problema, cuando está cariñosa me dice “Escobita”, pero cuando no, me llama “Alberto”.
E: Ya que habla usted de “responder por lo de la casa”, ¿el salario que usted gana cubre todas sus necesidades y las de su familia?
A.R: Mmm (…) nunca falta una que otra necesidad ¿no?, y siempre hay que privarse de algunas cosas, algún helado para la familia, cualquier cosita por ahí, pero en mi casa no ha faltado el diario, ni lo de los servicios, no ha faltado lo necesario ¿si me entiende?, además siempre hay que tener unos ahorritos para sacar la mujer a caminar aunque sea a un parque, aquí me gano el mínimo, y tengo lo de las prestaciones, yo no me quejo, porque la empresa es muy cumplida con lo del pago, es la única empresa así cumplida.
E: ¿Le parece a usted que la labor de barrer es muy pesada?
A.R: Pues igual todo trabajo es duro, pero desde que uno le tenga amor no importa.
E: ¿Cuánto tiempo lleva barriendo las calles?
A.R: Hace 2 años
E: ¿En qué otros empleos se ha desempeñado?
A.R: Trabajé como islero, repartí periódicos, cuando joven trabajé como empacador y también un tiempito de cotero.
E: ¿Qué es lo mejor y lo peor de su oficio?
A.R: Lo mejor, es que puedo contribuir a lo de la limpieza en las calles, y el medio ambiente, lo maluco de barrer, es que la gente no lo valora, y siempre andan botando papeles de “bom bom bun”, de chicles, volantes, es lo que más se ve, pues uno está para eso, pero sería bonito solo barrer hojas y pasto seco, nada que afecte el medio ambiente.
E: Para finalizar, una anécdota que quiera contarme
A.R: Mmm (…) No tengo en especial ninguna (…) casi todos los días es lo mismo.
E: Muchas gracias Don Alberto Ramírez, por dedicarnos el tiempo para esta entrevista.

viernes, 26 de marzo de 2010

jueves, 25 de marzo de 2010

Una historia del putas

Lo que pasa cuando las cosas se hacen con pasión

Una historia del putas

A lo que me llevó una clase de Piedrahita

Por: Wendy Lizeth Casallas Moreno

Acaba de dar la orden el jefe de escribir una crónica rápida... y no quiero... pero... y cuando esté en un periódico ¿que?... ¿Será que me podré llevar el tema para la casa porque "en casa escribo mejor"? ...

La clase hoy ha estado densa... anoche dormí bien, o de lo contrario estaría casi que dormida, sólo me he dormido dos veces en clase, la primera, fue hace dos años, en filosofía, cuando Platón y Sócrates se convirtieron en la mejor estrategia de cuna, y la segunda en la clase de Teoría de las ideas políticas, el profesor no estaba aburrido... mejor dicho, como diríamos las mujeres "no eres tú, soy yo...", el cansancio invadía cada pestaña de mis ojos y ellos se ponían más y más pesados... fue difícil luchar contra eso.

A veces, mientras el profesor habla, mi mente comienza a vagar por ese "mundo de las ideas" como diría Platón...teoría que vine a entender, hasta hace unas semanas, ayudándole a mi hermano a resolver uno de sus tantos trabajos. A veces aprendo más con él de lo que aprendí con los profesores en mi colegio, creo que también mi mente ha comenzado a vagar escribiendo esta pequeña crónica, que espero que tenga los elementos que debe tener un relato de éste tipo.

No tengo la más mínima idea de qué escribir, de hecho mis ánimos las últimas semanas no me han dado para esto, me ha faltado inspiración, apasionarme por las cosas que finalmente haré toda mi vida, de hecho estos días he pensado qué tal me vería llena de lápices, borradores, escuadras y planos, si hubiese decidido estudiar diseño gráfico, o cualquier tipo de diseño, menos de modas. Desde pequeña me gustó pintar, mi primer dibujo fue un Gokú, lo pinté como a los 8 años, y quedó casi perfecto, desde ahí comencé a dibujar cada diseño que me dejara encantada, siempre he amado untarme de crayones, de lápiz, de papel, de arte. Por estas semanas en mi vida ha escaseado la motivación, además que supongo, habrán otros factores que empeoran las cosas, hasta tal punto que me impiden escribir y continuar con mi vida tal como venía; con una pasión desenfrenada por narrar, escribir, informar, explorar, con una emoción que me llena de escalofrío y me pone la piel de gallina,cada vez que imagino mi futuro como periodista.

Muchos al leer esta crónica se preguntarán qué hago aquí. Lo voy a resumir o mi mente comenzará a vagar otra vez por recuerdos de mi existencia... Se aproximaba el torturador "mes mariano", y en mis clases de Español y Literatura del colegio, en las que no solía dormir ni por un momento, propusimos un trabajo fuerte y de calidad con un grupo especial de la comunidad a la que el colegio pertenecía, básicamente las hermanas se encargaban de rehabilitar prostitutas; vale la pena aclarar que no estudié entre prostitutas, aunque no faltó la "ovejita descarriada". Como ya lo mencioné, venía un mes trágico y torturador para estudiantes y docentes, es un mes completo, en el que cada curso debe realizar un acto honrando a la Vírgen María y a la figura femenina, entonces, nos decidimos a aventurarnos a que estas ex-prostitutas le contaran sus historias de vida a las alumnas de la institución. Me apasioné tanto por la idea, que fue mi nombre el elegido para titular el proyecto que le enviaríamos a Matilde, la típica rectora gorda, a la que por cierto, por puro cariño le llamábamos "Tronchatoro". El proyecto se tituló "Antes que prostitutas, primero son mujeres", con muchos peros, y luego de miles reuniones aburridoras, el proyecto fué aprobado, y comenzamos empíricamente "el trabajo de investigación" donde tuvimos el primer acercamiento con estas mujeres, a muchas de las cuales se les notaba esa mirada fría y perdida, quienes pacientemente, una a una, nos contaron esas historias, llenas de tragedia y lágrimas, llenas de dolor.

La idea era escoger cinco de un grupo aproximado de 23 "muchachas" como de verdad, cariñosamente, se hicieron llamar, no fue difícil, porque las historias de vida se destacaron por sí solas. Luego de tardes enteras compartidas al lado de ellas, la relación se fue haciendo más amena, lo que facilitaría el producto final.

Después de casi 15 días de trabajo contínuo, y de haber grabado y editado a la mejor calidad de "movie maker", llegó la hora de la presentación, a las 3 alumnas que estuvimos liderando el proyecto, no se nos fue permitido verlo antes, eso me había disgustado un tanto... pero al final valdría la pena, luego de presentar esa calidad de material a las alumnas, con algunas de las protagonistas presenciando ese "pequeño documental" apareció en la presentación el título de "El agradecimiento, es para ustedes...Att...las muchachas". Pues qué sorpresa, cuando había una parte del material propuesto por ellas...parte, que aunque no recuerdo mucho "Sofía", una de las muchachas dijo:

"Si yo fuera Wendy, no me dedicaría a otra cosa que trabajar con la gente, porque te queda fácil, y siempre, a pesar de nuestra historia, no olvidaste que somos seres humanos, que somos mujeres... ¿Y sabes porqué más?, porque yo no quería contar mi historia, y mira lo que has logrado, cada cosa que te propongas en la vida definitivamente la vas a lograr"

Y al final de todo, lo que hizo humedecer mis ojos:

"Lánzate al agua patico, que la cuestión es de apasionarse por las cosas..."

Entonces me pasó un escalofrío por el cuerpo y escuchando como en un segundo plano los aplausos de las demás alumnas, entendí que entre mis habilidades se destaca el lápiz y el papel, pero eso no le ha ganado a lo que ese día sentí, y el hecho de entender, que trabajar con la gente era lo mío, muy pronto me haría saber, que el Periodismo sería mi vocación, y que a similitud del dibujo, las líneas y los crayones, el Periodismo, si se quiere, también puede ser arte.

...Entonces así, en los días como hoy, cierro los ojos y me acuerdo de las esas palabras... y volviendo a sentir el mismo escalofrío, me acuerdo de la razón por la que estoy aquí.